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Papás: atentos a los dolores de huesos de sus niños, podría ser cáncer

Papás: atentos a los dolores de huesos de sus niños, podría ser cáncer

¿Alguna vez escuchaste hablar del osteosarcoma? Se trata del tipo más común de cáncer de huesos en niños y adolescentes pues suele desarrollarse a partir de los osteoblastos que son células que ayudan a crecer a los huesos. Por ende, afecta a los menores que están experimentando los “estirones” propios de las etapas de crecimiento ya que en estos periodos se incrementa la formación de tejido óseo.

La explicación es simple: la mayoría de los osteosarcomas surgen a partir de errores aleatorios e impredecibles en el ADN de las células óseas durante periodos de intenso crecimiento óseo. Así, en los niños es más común entre los 7 y los 9 años mientras que en los adolescentes suele presentarse alrededor de los 14 o 15 años.

De acuerdo con expertos de Mayo Clinic, aunque este cáncer puede desarrollarse en cualquier hueso, se encuentra con mayor frecuencia en los huesos largos, especialmente en los de las piernas. No obstante, también se puede presentar en los brazos.

“Es importante mencionar que existen dos divisiones categóricas para el cáncer de hueso: el tumor primario, que crece dentro de huesos largos, como la tibia, el fémur o el humero, y que se presenta en niños y adolescentes. El secundario es metastásico y afecta huesos cortos, vertebras, pelvis, y otros de diferente característica estructural”, explica el doctor Camilo Soto, ortopedista del Instituto Nacional de Cancerología (INC).

Para el especialista, los síntomas del osteosarcoma con claros aunque traicioneros por ello recomienda a los padres estar atentos a cualquiera de las siguientes señales pues, como bien enfatiza, su colega Luis Carlos Gómez, ortopedista y traumatólogo del INC, “los dolores no son normales y menos en los niños”. Por lo tanto, Gómez aconseja  prestar mucha atención a cuatro signos de alerta fundamentales :

Los dolores de crecimiento no existen. Un dolor focalizado en un hueso es una señal de alerta y no se debe ignorar

  • Dolor focalizado: de acuerdo con el doctor Soto, el popularmente llamado “dolor de crecimiento en los huesos” no existe. Es un mito. Este dolor realmente se produce en los tendones porque se están estirando constantemente. En cambio, los dolores focalizados (por ejemplo, en un hombro, una rodilla, o una parte específica de algún hueso) que no tengan ninguna razón aparente (como un golpe o un traumatismo específico) deben generar la primera alarma porque no son normales en lo absoluto. 
  • Presencia de masa: percibir un aumento de volumen o hinchazón en una extremidad (hombro o rodilla, por ejemplo) que no tiene una razón aparente como un golpe es razón suficiente para consultar al médico y solicitar una radiografía.
  • Presencia de cojera sin justificación: si el niño no ha sufrido un trauma y empieza a cojear o a caminar con dificultad, se debe consultar al médico para generar una valoración.
  • Aparición de episodios de fiebre sin presencia de procesos infecciosos: algunos tumores causan episodios febriles. Sí el niño no está padeciendo un virus o infección y presenta altas temperaturas, esta podría ser otra señal de alarma para consultar.

Debemos alarmarnos cuando el niño se despierta en la noche debido a un dolor esquelético localizado”: Camilo Soto, ortopedista del Instituto Nacional de Cancerología (INC)

Para el doctor Juan Carlos Gómez, el problema en la detección temprana de este cáncer se debe a que “muchos papás piensan que el dolor que siente su hijo está asociado al crecimiento y no solicitan un apoyo médico”. Por lo tanto, recomienda no minimizar ni subestimar las quejas de dolor de los pequeños.

OSTEOSARCOMA EN NIÑOS. DOLOR DE RODILLA

Ante las quejas de dolor de los niños en una extremidad, los padres deben verificar si hubo algún golpe. Si el dolor no tiene causa aparente hay que pedir valoración médica inmediata.

Foto:

Istockphoto

Sin embargo enfatiza en que, una vez se detecte la presencia de uno o más de los síntomas anteriormente descritos, los padres no asuman diagnósticos a la ligera.
En este sentido, la recomendación es solicitar una consulta con el médico general y pedir una radiografía para descartar cualquier problema. Una vez obtenidos los resultados, si el doctor llegase a tener alguna duda o sospecha, remitirá al paciente con el ortopedista quien, de ser necesario, realizará una remisión al ortopedista oncólogo (especialista en tratar, entre otros tipos de cáncer, el osteosarcoma).

Si se detecta el cáncer, se deberá iniciar tratamiento con quimioterapia para reducir el tumor y luego una cirugía para salvar la extremidad. “En Colombia, tenemos todos los métodos universales de reconstrucción al alcance de los ortopedistas, tales como injertos de bancos de tejidos, prótesis oncológicas o la combinación de prótesis e injerto de banco”, resalta el ortopedista Camilo Soto.

La clave está en la detección temprana. Si la enfermedad está localizada y no se ha propagado a otras áreas del cuerpo, el índice de supervivencia a largo plazo está entre el 70 y el 75%. De hecho, actualmente, entre 6 y 7 niños de cada 10, se curan de osteosarcoma en todo el mundo.

De ahí, la importancia de sensibilizar a la población en general sobre el osteosarcoma y lo clave que resulta un diagnóstico oportuno en la eficacia del tratamiento. Por ello, en el marco del ‘Día Internacional del Sarcoma’ que se celebra el 13 de julio, el Instituto Nacional de Cancerología (INC) y el Hospital Militar Central lanzan la campaña ‘#CordónAmarillo’, que invita a la población colombiana a multiplicar el conocimiento sobre este cáncer y lo esencial que es detectarlo a tiempo para ganarle la batalla.