fbpx

Miss Clasecitas

¿Cuáles serán sus primeras palabras?

¿Cuáles serán sus primeras palabras?

Para mamá, papá y los abuelos, por no decir, que para todos en casa, las primeras palabras de los niños son un acontecimiento. Este es uno de los momentos más dulces y emotivos de los primeros años, pues se establece una conexión particular entre grandes y chicos.

En la mayoría de los casos y casi en todos los idiomas y culturas, las palabras: mamá, papá, tete, nené o no, son las primeras que los niños dicen, sin importar su orden, debido, en parte, a componentes evolutivos que más adelante conoceremos y que emocionan a los padres hasta las lágrimas.

La edad en la que los pequeños empiezan a decir sus primeras palabras no es tan exacta, dicen los especialistas; este tema, como muchos en los primeros años de vida, tiene una evolución que depende, en gran medida, de los estímulos y el desarrollo individual de cada uno.

Sin embargo, lo común es que hacia el año de edad estén diciendo sus primeras palabras “con intención”, dice la fonoaudióloga Carolina Zúñiga Villota, del Hospital Infantil Los Ángeles, de Pasto. Sin embargo, algunos pueden pronunciar sílabas entendibles desde los 8 a 10 meses.

La doctora Zúñiga añade que “todos los niños tienen un desarrollo neurológico que les permite la adquisición del lenguaje sin distinción de parámetros, pero es el carácter, el entorno, la estimulación que reciban, la inteligencia, las aptitudes en cada uno, que les permitirán ciertas habilidades del lenguaje, y un mayor manejo y destreza del mismo”.

Por su parte, Juan Esteban Cote Orozco, neurólogo pediatra de la Clínica del Country y Clínica La Colina, explica que, según algunos estudios poblacionales, se ha demostrado que existe una mínima diferencia, pero significativa, “en la adquisición de habilidades de la comunicación expresiva verbal entre niñas y niños, siendo ellas, las que poseen una pequeña ventaja frente a los varones. Cabe anotar que esa diferencia no se ha visto en la comunicación no verbal ni en la recepción del lenguaje”.

El doctor continúa diciendo que, “el aprendizaje del lenguaje se basa en la propiedad intrínseca de los cerebros de imitar, y los bebés lo hacen desde edad temprana. De esa manera, las primeras palabras son una imitación, incluso, sin saber su significado, y corresponden a esas palabras que los adultos les repiten con bastante frecuencia”.

Lo que dirán…

Palabras

Generalmente, las primeras expresiones de habla que tienen los bebés son palabras cortas que repiten por imitación, incluso, sin entender lo que significan.

Foto:

iStock

Cuando llegue la hora de “soltar la lengua”, como decían las abuelas, “es muy posible que pese a que los idiomas y culturas son diferentes, los bisílabos (palabras de dos sílabas) comunes y simples, sean las primeras que repitan los pequeños”, sostiene el neuropediatra, Juan Esteban Cote. Además, dice, “esa similitud fonética que se presenta entre las palabras de diferentes lenguajes se da porque son muy fáciles de pronunciar para los bebés”.

Por lo anterior, es muy posible que lo primero que tu niño balbucee sea algo como una “p”, que no llegará a serlo y, pasadas las semanas, estarás escuchando un “pa-pa”, o quizás un “pa-pa-pa-pa”. Otros chiquillos dirán primero: “ma-ma”, y si uno u otro está en ese instante, se sentirá muy, pero muy feliz.

Curiosamente, es papá la primera palabra que dicen, pero esto tiene una explicación. Muchas mamitas hablan bastante a sus niños del padre; lo nombran, lo señalan y les dicen cosas como: “ya viene papá”, “papá llegará pronto”, y les enseñan a que lo recuerden, lo saluden, lo identifiquen… lo quieran.

Pasado el tiempo, indica la doctora Carolina Zúñiga, los niños amplían su vocabulario de modo más cercano a lo que cada palabra significa (proximal), por ejemplo, si dice “tete”, se refiere al seno de mamá o al biberón, es decir, la palabra es apropiada para su significado.

Existe una forma de clasificar estas primeras palabras de los pequeños, dependiendo del contexto en el que se producen, el cual siempre estará marcado por circunstancias con una función, una intención y su referencia.

  • Personales. Son palabras como papá, mamá y yo; las primeras que se producen dentro de un entorno personal y cotidiano. Así, el bebé es capaz de identificarse a sí mismo y a quienes están más cerca de él, como la madre y el padre.
  • Temporales. Palabras como dame y ten aparecen más adelante en la evolución del lenguaje, y tienen una misma intención personal de relación. Al decir dame expresan petición y con el ten, ofrecimiento.
  • Espaciales. Estas palabras: ven y más llegan casi al mismo tiempo de las temporales, y su intención es ubicar a las personas y a las cosas en el espacio. El bebé utiliza ven para que lo acompañen, y más para que continúes con la misma acción.

El no, entre las preferidas

palabras

La primera palabra de tu pequeño siempre será un motivo de alegría.

Foto:

iStock

Otro de los momentos clave en el desarrollo del lenguaje es el de las expresiones de negación (no) y afirmación (si). “Este es uno de los procesos más dinámicos en la conceptualización lingüística del niño, por ello para interiorizarlos, se toman su tiempo, y esto se da mediante la experiencia”, dice la fonoaudióloga, Carolina Zúñiga.

También añade que “los niños tienden más al uso frecuente del “no”, porque es lo que generalmente los adultos les repetimos más y continuamente; y no precisamente con un argumento que les permita entender el porqué de esa respuesta en relación con una acción. Así mismo, podemos considerar que el fonema /n/, se adquiere más rápido”.

Para el neuropediatra, doctor Cote Orozco, los niños utilizan desde principios del habla, la palabra “no” porque se relaciona con una etapa del neurodesarrollo asociada a caminar. En la que el bebé logra alejarse de sus cuidadores con más seguridad, y aparte de la independencia motriz se acompaña de la independencia cognitiva de decir “no”.

¿Cuándo preocuparse?

palabras

Una buena estrategia para estimular el lenguaje en los niños es leyéndoles y describiéndole las cosas a su alrededor. Hazlo sin diminutivos y sin hablarles a ´media lengua’.

Foto:

iStock

Lo primero que hay que tener claro es que no se puede evaluar la edad de la pronunciación de las palabras como un fenómeno aislado del desarrollo. “Siempre debemos contextualizarlo. Por ejemplo, cuando se dicen las primeras palabras con intención, usualmente esto se asocia con el primer hito en el desarrollo, eso que nos diferencia como especie: señalar cuándo y qué queremos. Venimos preparados para entrar al cerebro de los otros a través de una palabra o una seña”, explica el especialista Cote Orozco.

Según el doctor, “la mejor forma de estimular estos pasos es a través de la buena nutrición, la buena salud y las palabras con afecto. Además, es primordial asistir a los controles de evaluación de crecimiento y desarrollo, y ante una duda, acudir al pediatra o al neuropediatra.

Por su parte, la doctora Zúñiga, del Hospital Infantil Los Ángeles, recomienda que los padres estén muy atentos al comportamiento y conductas de sus hijos; en especial porque ellos son los primeros que pueden reconocer si hay fonemas que no están articulando, palabras que no pronuncian con claridad, o si el lenguaje no se relaciona con su edad.

Sí notas algún inconveniente de este tipo, “consulta con un profesional en fonoaudiología, para que le realice una evaluación completa, estructural, auditiva, y de todas las áreas que intervienen en el lenguaje y, a partir de su criterio, se actúe de manera específica con cada pequeño, ya que sus necesidades son particulares, y requiere de un trabajo en familia, para alcanzar resultados satisfactorios”.

Finalmente, los expertos consideran que no es apropiado que sean las pantallas como el celular, la tableta o el televisor, los medios llamados a estimular, ya que limitan la creatividad y no permiten que se desarrollen las habilidades de lenguaje e incluso, los procesos cognitivos superiores, en el largo plazo.